Estrategias para Negocios Pequeños (I)

 

Artículo publicado en la revista Útil (Perú, Año 5 Edición 21, Mayo 2011)

Estrategias para Negocios Pequeños

(Primera parte del artículo del Sr. Roiny Chumpitaz - Gerente de Planeamiento Continental SAC)

Te presentamos doce preguntas para que prepares mejor tus estrategias. Aunque pueden parecer preguntaas simples, veras que al ir respondiendolas, poco a poco iras ordenando tus conceptos respecto al mercado y a la estrategia a seguir, compruebalo tu mismo:

1. En la práctica, ¿te sirve que escribas tus estrategias?

Podemos decir que las estrategias son un conjunto acciones que te permiten alcanzar tus objetivos. Y aunque todos hablan de sus beneficios, son pocos los que le dedican tiempo y energía. Pronto comprobaras que al escribirlas puedes organizar mejor tus ideas.

2. ¿Cómo puedes empezar a escribir tu propia estrategia?

Trabaja en proyectar el futuro empresarial que deseas. Para lograr ese ideal es clave que conozcas la realidad que te rodea. De modo que seas sensible al mercado y a sus tendencias. Observa, analiza y conversa sobre lo que pasa en la sociedad y en el mundo entero.

3. Actualmente, ¿qué está pasando en nuestra sociedad?

En el Perú las elecciones del mes de abril dieron un mensaje claro: la mejora de los últimos años en la economía nacional no llego a las grandes masas, y estas con su voto exigieron un cambio. Los electores han demostrado su poder, y en adelante no los olvidaran.

4. ¿Cómo está la economía? ¿qué oportunidades hay?

No todos los sectores están creciendo igual. Existen oportunidades no sólo con las grandes inversiones, sino también en los negocios complementarios. Si tu negocio puede ser flexible podrá adaptarse a las necesidades del mercado. Usa tu creatividad y decide pronto.

5. Pero, ¿qué está pasando en el comercio minorista?

Hoy vemos grandes tiendas con infraestructura y financiamiento, que aplican modernas estrategias de retail. Por otro lado, tenemos miles de pequeños negocios con una economía de supervivencia. Tu futuro depende del consumidor, nunca olvides que él decide.

6. Según tu trabajo, ¿qué futuro le espera a tu negocio?

Hay muchos comerciantes que cumplen con su rutina diaria y no quieren mayores complicaciones. Pero cada vez son más los que sueñan con progresar. Te toca decidir, o la rutina o el cambio, o la improvisación o la planificación. No dejes tu futuro al azar. Cambia.

7. ¿Cómo evalúas la situación actual de tu negocio?

La mejor forma es hacerlo con otras personas, que aporten un criterio más objetivo a la evaluación. Es necesario contar con cifras y resúmenes estadísticos. No basta con vender mucho, analiza bien el desempeño de los aspectos más importantes del negocio.

8. ¿Tienes el personal que apoyara tu crecimiento?

Es común que en plena campaña tengas urgencias para cubrir los puestos. Pero si no reclutas bien a tu personal estas limitando tu crecimiento. Sea por el mal servicio, o porque su capacidad es limitada. No temas contratar personas más inteligentes que tu.

9. ¿Sabes escuchar los reclamos de tus clientes?

Se dice que el cliente siempre tiene la razón, pero que piensas tú. ¿Te ocultas de los clientes que tienen reclamos?, haces que se aburran para que no sigan insistiendo. En un mercado competitivo un cliente insatisfecho es la peor publicidad, no te arriesgues.

10. Productos, ¿hay stock de lo que busca tu cliente?

Si tus clientes buscan productos o marcas específicas, no los decepciones. Identifica a los de mayor rotación y haz un buen seguimiento. Luego podrás ofrecer otras alternativas. Usa tu computadora, no dependas exclusivamente de tu memoria.

11. ¿Los precios que ofreces te hacen más competitivo?

Los precios son la medida de comparación más usada. También son un buen complemento para reforzar el posicionamiento del negocio. Pero lo más importante, es el medio que permite el ingreso de la utilidad a la empresa. Se cuidadoso, puedes perder.

12. ¿Te sientes con fuerzas para empezar a cambio?

Un negocio pequeño generalmente tiene estas fortalezas. Primero el liderazgo directo del dueño del negocio, el trato personalizado, el conocimiento y la especialización, etc. Pero lo más importante es el espíritu emprendedor que le dio origen. Y si lo recuperas puedes iniciar un proceso de cambio que te llevara al progreso.